La línea del tiempo de Maximiliano Hernández Martínez.

Maximiliano Hernández Martínez fue un militar y político salvadoreño que gobernó El Salvador desde 1931 hasta 1944. Durante su mandato, Hernández Martínez impuso un régimen autoritario en el país y llevó a cabo numerosas reformas sociales y económicas. En esta línea del tiempo, presentamos los eventos más importantes de su vida y su gobierno.

1902 - 1930

• 29 de octubre de 1902: Nacimiento de Maximiliano Hernández Martínez en San Vicente, El Salvador.
• 1918: Hernández Martínez se une al Ejército Salvadoreño.
• 1929: Ascenso de Hernández Martínez al rango de teniente coronel.

1931 - 1935

• 2 de diciembre de 1931: Hernández Martínez lidera un golpe de estado contra el presidente Arturo Araujo y se convierte en el nuevo presidente de El Salvador.
• 1932: Hernández Martínez ordena la masacre de miles de campesinos indígenas en lo que se conoce como la Matanza de 1932.
• 1934: Hernández Martínez funda el Partido de Conciliación Nacional (PCN).

1936 - 1940

• 1936: Hernández Martínez establece la Junta de Gobierno y Economía Nacional para controlar la economía del país.
• 1937: Se crea la Guardia Nacional, una fuerza militar leal al gobierno de Hernández Martínez.
• 1939: Hernández Martínez firma un tratado de paz con Honduras después de un conflicto territorial.

1941 - 1944

• 1941: Hernández Martínez se reelegido como presidente en elecciones controvertidas.
• 1944: Se produce un golpe de estado en contra de Hernández Martínez liderado por militares descontentos. Hernández Martínez se exilia en Guatemala.
• 15 de septiembre de 1944: Hernández Martínez renuncia a la presidencia y es sucedido por Andrés Ignacio Menéndez.

La línea del tiempo de Maximiliano Hernández Martínez muestra su papel central en la historia de El Salvador durante las décadas de 1930 y 1940. Aunque su gobierno es recordado por su represión y violencia, también llevó a cabo reformas importantes en áreas como la educación, la salud y la infraestructura. La historia de Hernández Martínez es un recordatorio de los peligros del autoritarismo y la importancia de la democracia y los derechos humanos.