La línea del tiempo de Gustavo Díaz Ordaz.

1930-1950: Los primeros años de Gustavo Díaz Ordaz

• 12 de marzo de 1911: Nace Gustavo Díaz Ordaz en San Andrés Chalchicomula (hoy Ciudad Serdán), Puebla.
• 1929: Inicia sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México.
• 1932: Ingresa a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
• 1937: Se gradúa de la carrera de Derecho.
• 1940: Se une al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
• 1943: Inicia su carrera diplomática como secretario de la embajada de México en Brasil.
• 1950: Es nombrado subsecretario de Relaciones Exteriores.

1950-1964: Ascenso político y primeros cargos públicos

• 1951: Es elegido diputado federal por el estado de Puebla.
• 1958: Es nombrado gobernador de Puebla.
• 1961: Es designado secretario de Gobernación por el presidente Adolfo López Mateos.
• 1964: Es elegido senador por el estado de Puebla.

1964-1970: Presidencia de la República

• 1 de diciembre de 1964: Toma posesión como presidente de la República.
• 1965: Se inaugura la Ciudad Universitaria de la UNAM.
• 1968: Se llevan a cabo los Juegos Olímpicos de México.
• 2 de octubre de 1968: Se produce la masacre de Tlatelolco.
• 1969: Se crea el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares.
• 1970: Se inaugura la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México.
• 30 de noviembre de 1970: Gustavo Díaz Ordaz entrega la presidencia a Luis Echeverría Álvarez.

1971-1979: Retiro de la vida política y últimos años

• 1971: Se retira de la vida política y se dedica a la escritura.
• 1977: Publica su libro "La sucesión presidencial" donde describe su experiencia al frente de la presidencia.
• 12 de julio de 1979: Fallece en la Ciudad de México a los 68 años de edad.

Esta es la línea del tiempo de Gustavo Díaz Ordaz, uno de los presidentes más controvertidos de la historia de México. A lo largo de su vida política, Díaz Ordaz enfrentó muchos desafíos y tomó decisiones difíciles, algunas de las cuales siguen siendo objeto de debate y controversia en la actualidad. A pesar de ello, su legado en el ámbito político y social del país es innegable y su figura sigue siendo objeto de estudio y reflexión para las generaciones futuras.